sábado, 3 de septiembre de 2011

·Amor ciego

Mientras paseaba por la calle de "La Locura" encontré a un par
de ciegos discutiendo sobre el amor,uno decía saber amar a pesar de no haberlo
visto nunca de cerca, decía saber lo que se siente en un beso a pesar de no
haber saboreado nunca unos labios,otro de ellos pese a haber vivido menos si
había besado,pero pensaba que al ser ciego nunca había visto el amor por lo que
sería un desgraciado toda su vida...Entre ellos se abrió un debate; uno de
ellos,el más joven, planteó la pregunta de por qué nadie miraba con el
corazón,acaso no se puede sentir el amor en las yemas de los dedos cada vez que
acaricias a alguien con cariño,acaso el corazón no habita en el pecho,justo a la
izquierda de donde esconde el alma sus mayores secretos;es qué el amor es algo
tan insípido como el agua...quiso saber lo que pasaría si el amor no fuese solo
algo escrito en la belleza de unos ojos color tierra que nunca podría
contemplar,quiso saber si el amor es algo más que lo que la vista puede
captar,quiso saber si realmente había aprendido a amar y pidió consejo al
anciano.
El otro,ingenió la forma de hacer cambiar de opinión al
joven,respondió con la sabiduría de un corazón ya viejo y maltratado que
aquellas personas que presumen de vista son los que menos ven,que lo que ellos
sienten como algo abstracto por no poder ser detectado por los sentidos era lo
que realmente estaba ahí siempre,rodeandoles, abrazándoles como un amigo,no era
algo material,eran los sentimientos y no se detectaban con la vista...Sólo
alguien que al cerrar los ojos pudiera seguir viendo estaba capacitado para
amar,porque el amor no es la realidad,el amor es imaginación,es soñar,es
crear...
El joven comprendió entonces que él no era solo un ciego,era un
soñador y un creador,porque había sido capaz de imaginarse todas sus curvas a
pesar de no haberla visto nunca,había sido capaz de recrear cada facción de su
cara solo con el sonido de su voz;ahora sabía que el amor si tenía sabor,y era
el más dulce de todos,era el sabor de sus labios;ahora sabía que había aprendido
a amar con ella de maestra...




No hay comentarios:

Publicar un comentario