sábado, 3 de septiembre de 2011

·La última noche:

Comenzaron con un beso.Inseguro,recatado y tímido;parecía que hasta
el mínimo roce de los labios ocasionaba pudor.
Eleonore alzó la vista para
contemplar su mirada...
Sus ojos le pedían a gritos que le entregara un
último abrazo antes de sumirse en ese "adiós" temporáneo.
Poco a poco fueron
sustituyendo la inocencia del comienzo de la noche por miradas repletas de
erotismo que se clavaban en el cuerpo haciéndolos arder por dentro.
Cada roce
de piel contra piel,cada aliento robado,cada palabra de amor...demostraban que
lo que ellos dos sentían nada ni nadie se lo podría arrebatar.
Una mezcla
homogénea entre dulzura y pasión llenaba la habitación de candor mientras el
reloj parecía haberse parado.Ajenos al tiempo y a prejuicios externos se fundían
en uno solo,la seda de las sábanas resbalaba por su piel y aquellas cuatro
paredes eran testigo de ese acontecimiento.
No importaba el futuro ni podían
recordar su pasado.
Eleonore se había sentido tanto tiempo sola en el mundo
que ahora parecía que solo existía él,Ethan sentía que su mundo era tan solo
ella.
La apretó con fuerza contra él,no quería dejarla marchar de su
lado.
Eleonore comenzó a perderse por completo,se sentía suya,se sentía
mujer,quería amarle con cada poro de su piel...No podría cambiar ese momento por
nada del mundo;un estallido de emociones escaparon de su boca de
unísono.
Un rayo de sol interrumpió a los amantes anunciando la
despedida,sabían que pasaría mucho tiempo hasta que pudieran volver a
verse.
Las lágrimas resbalaban lentamente por las mejillas de
Eleonore,rápidamente se puso su camisa blanca que unas horas antes había dejado
en la silla y que dejaba entrever su cuerpo semidesnudo;se acercó a la ventana
para que él no la viera llorar mientras contemplaba las tímidas olas de la
mañana.
Ethan se sentó sobre la cama para observarla lleno de ternura,después
se acercó a ella rodeando con un abrazo su fina silueta.
La preguntó el
motivo de sus lágrimas y ella le respondió que tenía miedo a que la despedida
fuera definitiva,a que él se olvidara de todo lo que había sentido esa noche,de
que conociera un nuevo amor durante su estancia en la ciudad y de que le entregará
su corazón,ese al que esa noche había sentido tan cerca.
Él la miró a los
ojos inspirándole tranquilidad.
-¿Acaso crees que puedo olvidar la noche en
la que conocí la felicidad,mi pequeña?
Después salió por la puerta de esa
habitación donde dejaba su corazón y la promesa de regresar al lugar donde hizo
suyo al amor de su vida.
Eleonore permaneció inmóvil contemplando como se
alejaba de allí,con la esperanza de que su regreso fuera lo antes posible y la
confianza de que su amor crecería en la distancia.



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