martes, 14 de junio de 2011

·Bajo la lluvía...

Bajo la lluvia,aquella noche se hacía más intensa.
Los dos jóvenes se disponían a dar su último adiós,sabían que sería la última vez que se verían pero no parecían intranquilos pues sabían también que eso debió pasar desde la primera vez que sus miradas se cruzaron,aunque no calcularon que ese momento llegaría tan pronto.
Un olor a tabaco y el ritmo del jazz de aquel bar acompañaba la escena a medida que las manillas del reloj jugaban en su contra.
El frío y la humedad calaban cada uno de sus huesos,un frío muy común teniendo en cuenta que se acercaba diciembre,aun cuando un espantoso ardor se hacía dueño de sus cuerpos.
Ninguno quería marcharse pero el orgullo se hacía más fuerte,solo faltaban cinco minutos para la temible despedida.
Entre los dos solo había miradas;dolor,furia,arrepentimiento,pasión,temor,¿amor?
Sus ojos hablaban por ellos,al fin y al cabo son el espejo del alma,¿no?
No encontraban fuerzas para dirigirse una sola palabra,ya se habían dicho bastante esos tres meses juntos.
A lo lejos se vislumbraba una luz a medida que el tren se acercaba.Mientras subía ella sólo pudo decirle "adiós" aunque realidad quería decirle "te quiero" y pedirle que se quedara a su lado para siempre,pero,no fue capaz.,no sé con exactitud lo que se le pasó por la cabeza en ese momento,tal vez se sentía demasiado cobarde pero...¿A qué tenía miedo?¿A la respuesta quizás?...No lo sé,pero aquellas palabras no querían salir de sus labios,tan solo pudo observar como se alejaba el tren;como se alejaba su pasado,su presente y un futuro tal vez soñado.
Con el paso del tiempo dejaba atrás sus esperanzas de volver a ser feliz.Tras el invierno llegó la primavera;época de reencuentros en la que los amantes se propiciaban caricias y se hacían promesas que se perdían en cada beso.Ella lo contemplaba desde la ventana de su dormitorio anhelando esos momentos en los que era la protagonista,pero de momento solo podía conformarse con ser una simple espectadora.
Había aprendido a vivir con su recuerdo,había aprendido a vivir sin él.
Pensó que él estaría bien y que habría encontrado a alguien con la que compartir su vida,no era difícil,solo era cuestión de buscar y conociéndole no habría tardado en hacerlo.
Ella lo había intentado,pero en todo ese tiempo no había encontrado a nadie que fuera capaz de mirarla de la misma forma con la que lo hacía él,había algo distinto en sus ojos,algo que no encontraría en los de otro.
A cada paso que daba un recuerdo se palpaba en el aire,un recuerdo,por supuesto,con él.
No lograba entenderlo,solo habían pasado tres meses juntos,no era capaz de comprender como tres meses podían ocupar toda su existencia,no concebía una respuesta al porqué el olvido no quería visitarla.
Sabía que ella era la culpable de que él no estuviera a su lado,cometió demasiados errores y cuando quiso arrepentirse era demasiado tarde, y él era demasiado testarudo para perdonarla;la madurez no era la mejor arma de ninguno de los dos.También era consciente de que esa relación la había hecho sufrir,por ello,aunque siempre se había caracterizado por buscar el dolor,una parte de ella se alegraba por haber dejado atrás tanto sufrimiento.
Todo eso ya lo había pasado antes,y siempre sucedía de la misma manera,el siguiente paso sería volver a sonreír,volver a confiar,volver a soñar,volver a amar...
Sabía que su futuro y su felicidad solo la construiría ella.
Era fuerte,independiente y tenía el destino de su lado.¿Qué podría salir mal?



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